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martes, 18 de enero de 2022
lunes, 17 de enero de 2022
PSICOLOGÍA SEMANA DEL 17 AL 21 DE ENERO
ANSIEDAD Y DEPRESION
Tanto la ansiedad como la depresión son formas de reaccionar
ante episodios externos o internos. Si ese episodio lo interpretamos como
una amenaza, se disparará nuestro sistema de alerta o ansiedad, mientras
que, si lo percibimos como una pérdida o fracaso, es probable que se
active el sistema que dará lugar a la depresión.
En términos generales, la ansiedad es una emoción que aparece
cuando el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno.
El miedo es el sentimiento prevalente. En el caso de la depresión, el
sentimiento preponderante es la tristeza.
ANSIEDAD
La
ansiedad comienza a ser un problema en el momento en el que nos impide realizar
una vida “normal” y satisfactoria. Cuando sobrepasa ciertos límites, el estrés
pasa de ser un aliado, a un elemento paralizante.
La
ansiedad en sí no es mala. Es una respuesta adaptativa ante una situación que
necesitamos responder de inmediato. No solo sentimos estrés cuando percibimos
un peligro inmediato, también cuando nos toca la lotería, o cuando logramos
tener una primera cita con la persona que tanto nos gusta. El corazón late mas
deprisa, la respiración se acelera. La sangre se distribuye a los lugares de
nuestro organismo donde les va a hacer mas falta, los músculos se tensan,
comenzamos a sudar… todos esos síntomas, que ahora podemos llamar estrés o
ansiedad, son una llamada para que reaccionemos de forma más eficaz.
La ansiedad se manifiesta en forma de desajustes a nivel
cognitivo y fisiológico. Sus síntomas más frecuentes pueden ser dolor
abdominal, diarrea o necesidad frecuente de orinar, mareos, cefaleas,
tensión muscular, respiración agitada, frecuencia cardiaca rápida e irregular,
sudoración, temblores, fatiga, irritabilidad y problemas de insomnio. Por el
contrario, los estados depresivos conllevan sentimientos de culpa o falta
de autoestima, cambios drásticos en el apetito, sensación de cansancio y falta
de concentración. También pueden ocasionar trastornos del sueño.
– Presente vs futuro: La ansiedad se relaciona con el miedo
del paciente respecto al futuro, con temor a que se produzcan
consecuencias desagradables que se presuponen van a suceder. La depresión,
por el contrario, tiene que ver con una minusvaloración del propio paciente y
una tristeza profunda en el momento presente. Dicho de otra manera, el futuro
no forma parte de la depresión.
La ansiedad se relaciona con el miedo del
paciente respecto al futuro, con temor a que se produzcan consecuencias
desagradables que se presuponen van a suceder. La depresión, por el contrario,
tiene que ver con una minusvaloración del propio paciente y una tristeza
profunda en el momento presente.
LA DEPRESIÓN
El término médico hace referencia a
un síndrome o conjunto de síntomas que afectan
principalmente a la esfera afectiva: la tristeza patológica, el
decaimiento, la irritabilidad o un trastorno del humor que puede disminuir el
rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital habitual
La
depresión mayor es un trastorno del humor, constituido por un conjunto de
síntomas, entre los que predominan los de tipo afectivo (tristeza patológica,
desesperanza, apatía, anhedonia, irritabilidad, sensación subjetiva de
malestar) y se pueden presentar también síntomas de tipo cognitivo, volitivo y
físicos. Podría hablarse, por tanto, de una afectación global del funcionamiento
personal, con especial énfasis en la esfera afectiva. Muchos casos de depresión
son claramente apreciables en la práctica clínica, aunque no suele presentarse
de forma aislada como un cuadro único, sino que es más habitual su asociación a
otras entidades psicopatológicas. Así, por ejemplo, la asociación entre
trastorno depresivo y de ansiedad es alta y con diversas combinaciones
sintomáticas en sus manifestaciones.
Criterios diagnósticos
de un episodio depresivo según la CIE-10
A. El episodio
depresivo debe durar al menos dos semanas.
B. El episodio no es
atribuible a abuso de sustancias psicoactivas o a trastorno mental orgánico.
C. Síndrome somático:
comúnmente se considera que los síntomas “somáticos” tienen un significado
clínico especial y en otras clasificaciones se les denomina melancólicos o
endogenomorfos
— Pérdida importante
del interés o capacidad de disfrutar de actividades que normalmente eran
placenteras
— Ausencia de
reacciones emocionales ante acontecimientos que habitualmente provocan una
respuesta
— Despertarse por la
mañana dos o más horas antes de la hora habitual
— Empeoramiento
matutino del humor depresivo
— Presencia de
enlentecimiento motor o agitación
— Pérdida marcada del
apetito
— Pérdida de peso de al
menos 5% en el último mes
— Notable disminución
del interés sexual
Criterios
de gravedad de un episodio depresivo según la CIE-10. Presentación
sintomática según la edad |
|
A. Criterios generales para episodio
depresivo — El
episodio depresivo debe durar al menos dos semanas — El
episodio no es atribuible a abuso de sustancias psicoactivas o a trastorno
mental orgánico |
|
B. Presencia de al menos dos de los
siguientes síntomas: |
|
Adultos |
Niños
y adolescentes |
Humor
depresivo de un carácter claramente anormal para el sujeto, presente durante
la mayor parte del día y casi todos los días, que se modifica muy poco por
las circunstancias ambientales y que persiste durante al menos dos semanas. |
El
estado de ánimo puede ser deprimido o irritable. Los niños pequeños o con
desarrollo lingüístico o cognitivo inmaduro pueden no ser capaces de
describir su estado de ánimo y presentar quejas físicas vagas, expresión
facial triste o pobre comunicación visual. El estado irritable puede
mostrarse como “paso al acto”, comportamiento imprudente o atolondrado o
actitudes o acciones coléricas u hostiles. En adolescentes mayores el
trastorno de ánimo puede ser similar a los adultos. |
Marcada
pérdida de los intereses o de la capacidad de disfrutar de actividades que
anteriormente eran placenteras. |
La
pérdida de interés puede ser en el juego o en las actividades escolares. |
Falta
de vitalidad o aumento de la fatigabilidad. |
La
falta de juego con los compañeros, el rechazo del colegio o frecuentes
ausencias al mismo pueden ser síntomas de fatiga. |
C. Deben estar presentes uno o más
síntomas de la lista, para que la suma total sea al menos de cuatro: |
|
Pérdida
de confianza y estimación de sí mismo y sentimientos de inferioridad. |
Similar
a los adultos. |
Reproches
hacia sí mismo desproporcionados y sentimientos de culpa excesiva e
inadecuada. |
Los
niños pueden presentar auto-desvalorización. La culpa excesiva o inapropiada
no suele estar presente. |
Pensamientos
recurrentes de muerte o suicidio, o cualquier conducta suicida. |
Indicios
no verbales de conducta suicida, incluídos comportamientos de riesgo
reiterados, en ocasiones a modo de juego y “gestos” autolesivos (arañazos,
cortes, quemaduras, etc.). |
Quejas
o disminución de la capacidad de concentrarse y de pensar, acompañadas de
falta de decisión y vacilaciones. |
Los
problemas con la atención y concentración pueden mostrarse como problemas de
conducta o escaso rendimiento escolar. |
Cambios
de actividad psicomotriz, con agitación o inhibición. |
Junto
al cambio en el estado de ánimo puede observarse comportamiento hiperactivo. |
Alteraciones
del sueño de cualquier tipo. |
Similar
a los adultos. |
Cambios
del apetito (disminución o aumento) con la correspondiente modificación del
peso. |
Los
niños pueden dejar de ganar peso más que perderlo. |
D. Puede haber o no síndrome somático* |
Los
síntomas físicos, como las quejas somáticas, son particularmente frecuentes
en niños. |
Episodio
depresivo leve: están presentes dos o tres síntomas del criterio B. La
persona con un episodio leve probablemente está apta para continuar la
mayoría de sus actividades. Episodio
depresivo moderado: están presentes al menos dos síntomas del criterio B y
síntomas del criterio C hasta sumar un mínimo de 6 síntomas. La persona con
un episodio moderado probablemente tendrá dificultades para continuar con sus
actividades ordinarias. Episodio
depresivo grave: deben existir los 3 síntomas del criterio B y síntomas del
criterio C con un mínimo de 8 síntomas. Las personas con este tipo de
depresión presentan síntomas marcados y angustiantes, principalmente la
pérdida de autoestima y los sentimientos de culpa e inutilidad. Son
frecuentes las ideas y acciones suicidas y se presentan síntomas somáticos importantes.
Pueden aparecer síntomas psicóticos tales como alucinaciones, delirios,
retardo psicomotor o estupor grave. En este caso se denomina como episodio
depresivo grave con síntomas psicóticos. Los fenómenos psicóticos como las
alucinaciones o el delirio pueden ser congruentes o no congruentes con el
estado de ánimo. |
|
Fuente:
CIE-10 e información extraída de la bibliografía53-56 * Síndrome somático: ver
tabla 4 |
Criterios diagnósticos
de episodio depresivo mayor según DSM-IV-TR
A. Cinco o más de los síntomas
siguientes durante un período de dos semanas y que representen un cambio
respecto a la actividad previa: uno de los síntomas debe ser (1) estado de
ánimo depresivo o (2) pérdida de interés o placer.
(1) Estado de ánimo
depresivo la mayor parte del día, casi todos los días, indicado por el relato
subjetivo o por observación de otros.
(2) Marcada disminución
del interés o del placer en todas, o casi todas, las actividades durante la
mayor parte del día, casi todos los días.
(3) Pérdida
significativa de peso sin estar a dieta o aumento significativo, o disminución
o aumento del apetito casi todos los días.
(4) Insomnio o
hipersomnia casi todos los días.
(5) Agitación o retraso
psicomotores casi todos los días.
(6) Fatiga o pérdida de
energía casi todos los días.
(7) Sentimientos de
desvalorización o de culpa excesiva o inapropiada (que pueden ser delirantes)
casi todos los días (no simplemente autorreproches o culpa por estar enfermo).
(8) Menor capacidad de
pensar o concentrarse, o indecisión casi todos los días (indicada por el relato
subjetivo o por observación de otros).
(9) Pensamientos
recurrentes de muerte (no solo temor de morir), ideación suicida recurrente sin
plan específico o un intento de suicidio o un plan de suicidio específico.
B. Los síntomas no
cumplen los criterios de un episodio mixto.
C. Los síntomas
provocan malestar clínicamente significativo o deterioro del funcionamiento
social, laboral o en otras esferas importantes.
D. Los síntomas no
obedecen a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejemplo, una
droga de abuso, una medicación), ni a una enfermedad médica general (por
ejemplo, hipotiroidismo).
E. Los síntomas no son
mejor explicados por duelo, es decir que tras la pérdida de un ser querido, los
síntomas persisten por más de 2 meses o se caracterizan por visible deterioro
funcional, preocupación mórbida con desvalorización, ideación suicida,
síntomas psicóticos o retraso psicomotor.
Fuente: DSM-IV-TR51
FACTORES DE VULNERABILIDAD, DE ACTIVACIÓN Y DE PROTECCIÓN EN LA DEPRESIÓN INFANTO-JUVENIL
Factores de
vulnerabilidad (incrementan la predisposición general, pero rara vez provocan
directamente la enfermedad):
• Factores
genéticos
• Historia de
trastorno afectivo en los padres
• Sexo femenino
• Edad post-puberal
• Antecedentes de
síntomas depresivos
• Antecedentes de
abuso físico y sexual en la infancia, especialmente en el sexo femenino
• Afectividad
negativa
• Pensamientos de
tipo rumiativo.
Factores de activación
(directamente implicados en el comienzo de la depresión y en presencia de
factores de vulnerabilidad, sus efectos pueden ser mayores. Suelen ser
acotencimientos no deseados que dan lugar a cambios permanentes en las
relaciones familiares y de amistad):
• Conflictos
conyugales
• Desestructuración
familiar
• Acoso o
humillación
• Situaciones de
abuso físico, emocional o sexual
• Consumo de
tóxicos.
Factores de
protección (reducen la probabilidad de depresión en presencia de factores de
vulnerabilidad o de
activación):
• Buen sentido del
humor
• Buenas relaciones
de amistad
• Relaciones
estrechas con uno o más miembros de la familia
• Logros personales
valorados socialmente
• Nivel de
inteligencia normal-alto
• Práctica de algún
deporte o actividad física
• Participación en
clubes escolares/sociales o en voluntariado.
Fuente: Elaboración propia y adaptado de NICE62